Árbol de la vida en piedra Sol

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Equilibrador energético del Árbol de la Vida, fabricado en bronce, cobre, pan de oro, cuarzo blanco, turmalina y piedra sol. El Árbol de la Vida está interconectado con la profundidad de la tierra (raíces), la vida superficial (tronco) y el inframundo (copa). Proporciona riqueza, salud y sobre todo sabiduría y autoconocimiento. Potenciador de la creación.

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El árbol de la vida es un motivo extendido en muchos mitos y cuentos populares por todo el mundo, mediante el cual las culturas trataban de comprender la condición humana y profana en relación con el reino de lo divino y sagrado. Muchas leyendas hablan de un árbol de la vida, que crece sobre el terreno y da vida a dioses o seres humanos, o de un árbol del mundo, a menudo vinculado a un «centro» de la tierra. Es probablemente el mito humano más antiguo, y tal vez un mito universal.

En la mitología del antiguo Egipto, los dioses tenían su asiento en un sicomoro, Ficus sycomorus, cuyos frutos se destinaban a alimentar a los bienaventurados. Según el Libro Egipcio de los Muertos, sicomoros gemelos flanqueaban la puerta oriental del cielo del que el dios sol, Re, salía cada mañana. Este árbol era considerado también como una manifestación de las diosas Nut, Isis y especialmente Hathor, la «Dama del Sicomoro». El Ficus sycomorus se plantaba a menudo cerca de las tumbas, y se creía que un muerto enterrado en un ataúd de su madera regresaba al vientre del árbol-diosa madre.

A menudo se tomaba el árbol de la vida como el centro del mundo. Se lo veía como unión de cielo y tierra, representación de un nexo vital entre los mundos de los dioses y los humanos. Oráculos, juicios y otras actividades proféticas se realizaban a su sombra. En algunas tradiciones, el árbol estaba plantado en el centro del mundo y era visto como fuente de la fertilidad terrestre y de la vida. Se creía que la vida humana descendía de él y que sus frutos daban una vida eterna; y si fuera cortado, toda fecundidad llegaría a su término. El árbol de la vida aparecía generalmente en novelas de aventuras en las que el héroe que buscaba el árbol tenía que superar para ello una serie de obstáculos en su camino.

El Árbol de la Vida de la Cábala (doctrina esotérica medieval del misticismo judío) tenía diez ramas, los Sefirot, que representaban los diez atributos o emanaciones por medio de las cuales lo infinito y lo divino entraría en relación con lo finito. El candelabro ramificado llamado menorah, uno de los más antiguos símbolos del judaísmo, tiene relación con el árbol de la vida. La forma de la menorah habría sido dictada por Dios a Moisés (Éxodo, 25:31-37); había de tener seis brazos, con copas en forma de flor de almendro, con capullos y flores. En los Proverbios 3:18, se dice que la sapiencia es «árbol de vida para los que de ella echan mano».

El llamado árbol del mundo, o árbol cósmico, es otro símbolo como el árbol de la vida. Había un árbol del mundo en el Jardín de Edén del libro del Génesis, y esta tradición es común al judaísmo, al cristianismo y al islamismo. Mitos del árbol cósmico son conocidos en los folclores haitiano, finlandés, lituano, húngaro, indio, chino, japonés, siberiano y chamánico del norte de Asia. Los pueblos antiguos, en particular hindúes y escandinavos, imaginaban el mundo como un árbol divino nacido de una sola semilla sembrada en el espacio; a veces estaba invertido (Hall, 1999). Los antiguos griegos, persas, caldeos y japoneses tenían leyendas que describían el árbol eje sobre el que gira la tierra. Los cabalistas medievales representaban la creación como un árbol con sus raíces en la realidad del espíritu (el firmamento) y sus ramas sobre la tierra (realidad material). La imagen del árbol invertido se ve también en las posturas invertidas en el yoga, en las que los pies se conciben como receptáculos de la luz solar y de otras energías «celestiales» que han de ser transformadas como el árbol transforma la luz en otras energías mediante la fotosíntesis (de Souzenelle, 1991).

Esta piedra es un beso de sol cristalizado. Honra a Dios, trae buena suerte y fortuna. Da energía y faculta a uno mismo. Calienta el corazón y eleva / rejuvenece el espíritu. Se utiliza para la protección, fuerza vital, y aterrizaje. Es una gran piedra a utilizar con "vampiros de energía", o aquellos que drenan tu energía. Esto incluye padres, hijos, amantes, pacientes, los jefes o cualquier persona que es posesiva, agresiva o dominante. Esta piedra rompe estos lazos y permite la luz, separación y claridad de estas energías. Aclara e ilumina todos los Chakras y desata el Aura. Hace gran justicia cuando se coloca en nuestro centro de energía o chakra del plexo solar. Es una gran piedra para aliviar el estrés y superar el miedo. ¡Esta piedra es tan brillante que puede traer optimismo, felicidad y alegría a cualquier persona! Utilízala para ayudar a traer conciencia a tu reino espiritual y animar las prioridades de la vida. Es una de mis piedras favoritas contra la depresión. Una buena piedra para fortalecer la psique, ya que promueve la alegría, el buen humor y un temperamento benevolente.

Ancho1,8 cm. aprox.
diametro3,8 cm. aprox.

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Árbol de la vida en piedra Sol

Árbol de la vida en piedra Sol

Equilibrador energético del Árbol de la Vida, fabricado en bronce, cobre, pan de oro, cuarzo blanco, turmalina y piedra sol. El Árbol de la Vida está interconectado con la profundidad de la tierra (raíces), la vida superficial (tronco) y el inframundo (copa). Proporciona riqueza, salud y sobre todo sabiduría y autoconocimiento. Potenciador de la creación.

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